
1. Mejora de la función muscular y movilidad articular
El ejercicio incrementa la fuerza, la flexibilidad y la funcionalidad articular, favoreciendo la recuperación post-quirúrgica y reduciendo el dolor crónico (Cruz-Jentoft et al., 2019).
2. Reducción de la inflamación y mejora de la circulación
Promueve la circulación sanguínea, lo que facilita la recuperación y disminuye la inflamación en tejidos lesionados (Nieman et al., 2022). La rehabilitación no se limita solo a la parte lesionada del cuerpo, sino que puede implicar ejercicios que aumenten la circulación general y fortalezcan el sistema cardiovascular, promoviendo una recuperación más rápida y completa.
3. Prevención y rehabilitación de lesiones
Contribuye a la prevención de recaídas y acelera la recuperación de lesiones musculo esqueléticas (Teyhen et al., 2021).
4. Beneficios psicológicos y cognitivos
Reduce el estrés, la ansiedad y mejora el bienestar emocional, con efectos positivos sobre la salud mental (Herring et al., 2021).
5. Restauración de la propiocepción y el equilibrio
Tiene un impacto significativo en la capacidad de percibir la posición del cuerpo y los movimientos en el espacio. Esto es importante porque mejora el control motor y la estabilidad (Cools, A. M., et al. ,2014).